La batería sirve para acumular la energía que necesitan los componentes eléctricos del auto para funcionar. Es decir, lo que pone en funcionamiento el arranque del motor, el sistema de encendido, las bombas de combustible, entre otras partes. Además, le suministra la energía a otros equipos que funcionan sin necesidad de que el auto esté encendido, como el radio o las luces. Si algo falla en todo este sistema eléctrico, el corazón del mismo, que es la batería, también empezará a fallar.

 

Es mejor prevenir que lamentar.

Hacer una revisión eléctrica periódica del auto puede evitar que la batería falle antes de tiempo.

En promedio se considera que en un vehículo que se usa para ir a trabajar y pasear y que está en buen estado, la batería puede llegar a durar tres años.

 

Agarrar bien la batería.

Si la batería no está bien sujetada al auto, se va a deteriorar más rápido. Esto se explica porque al interior de la batería se encuentra un sistema complejo con múltiples conexiones y material activo, que permiten la acumulación y entrega de energía al auto. Pero, si la batería no tiene un buen soporte que la mantenga fija, el exceso de vibraciones desprenderá esas conexiones y material activo, dañándola definitivamente.

 

No se emocione con la fiesta.

Mucha gente deja las luces encendidas cuando el motor no está en funcionamiento, conecta parlantes con el auto apagado, incorpora televisores, pantallas y luces led, entre otros. Todo ello genera un gasto adicional de batería, hacen que se descargue y lleva a que dure menos de lo previsto.

La razón es simple: cuando la batería está en funcionamiento con el auto encendido cumple correctamente con los ciclos de descarga y carga que hacen funcionar sus componentes internos.

 

Aprenda a recargarla.

Si la batería se descargó profundamente, hay que proceder a recargarla, para lo cual se debe desmontar y llevar a un sitio especializado, donde le suministrarán carga lenta y controlada. Cuando la batería no funciona por razones diferentes a descargas profunda, puede aplicar lo que se conoce como “iniciarla”, es decir, usar una batería externa para que supla la falta de carga de la original. Se trata de un procedimiento sencillo y la única recomendación es hacer correctamente las conexiones de los cables: positivo con positivo y negativo con negativo. Si tiene dudas al respecto, o nunca lo ha hecho, pídale ayuda a alguien con experiencia, pues una mala conexión puede dañar todo el sistema eléctrico del auto.

 

Si se va de viaje.

En caso que su auto no vaya a estar en funcionamiento por varias semanas es recomendable aplicar un sencillo consejo para que no haya un consumo innecesario de corriente. Desconecte los cables de los bornes de la batería. Al regresar, asegúrese de que al conectar nuevamente las piezas hagan contacto.

 

Preste atención.

Por lo general, la gente piensa en cambiar la batería cuando ya expiró y la varada es irremediable. Pero si hay señales de alerta que usted puede tener en cuenta para no sufrir ese “dolor de cabeza”. La más relevante es el encendido del vehículo. Cuando note que no se da de inmediato, lo mejor es ir a un centro especializado y consultar si ya la batería está lista para un cambio.

 

A la hora de reemplazarla.

Muchas personas se preguntan cuál es la batería más adecuada para reemplazar la que traía el auto. Independiente de la marca, el cliente debe comprar la que sea indicada para su vehículo y los accesorios que tiene.

Por eso, lo mejor es acercarse a un centro de servicio especializado y pedir asesoría.

 

Olvide repararla.

Existen talleres que ofrecen servicios de reparación de batería, pero esto no es adecuado.

De hecho, no es recomendable tocar sus componentes internos, ya que no volverán a funcionar igual. Las baterías selladas mantienen sus componentes intactos en el interior, evitando la alternación del balance químico, por eso no requieren mantenimiento, pues todos sus elementos están protegidos.